No pretendemos situarnos en posición de conocedores de la historia compostelana, conocemos poco, más bien aquello que ha llegado a nuestras manos desde que la empresa de hacer el camino la hubimos decidido. Nos permitimos algunas consideraciones porque sabemos que muchos amigos y familia que visitarán la bitácora, tienen confusiones respecto a cuál es el camino, o los caminos y muchas otras dudas, que intentaremos reparar a lo largo del recuento. Existe una Guía del peregrino, atribuida a Aymeri Picaud, un canónigo de Parthenay, que explica las rutas existentes hacia 1140, es decir, aquellas que atraviesan Francia. Considerando lo que indica el canónigo, para llegar a Saint-Jacques de Compostelle, los peregrinos tenían cuatro vías: la de Paris y Tour, que pasan por Bordeaux y Dax; la de Vézelay, que pasa por Limoges, Mont-de-Marsan y Orthez; una de las más hermosas, la de Puy-en-Velay que pasa por Conques, Moissac, Aire-sur-l’Adour y Navarrenx; y una cuarta vía, la de Arles y St-Gilles que pasa por Saint-Guilhem, Toulouse, Auch y Oloron. La ruta de Arles al llegar a Canfranc, se convierte en el “Camino Aragonés” hasta Puente la Reina. El de Tours, el de Vézelay así como el de Puy, convergen en Roncesvalles, y desde allí se forma el “Camino Navarro” que pone término, como el aragonés, en Puente la Reina. Y es a partir de Puente la Reina, que se define como tal el único camino, que se conoce como “Camino Francés”. Vale aclarar que antes de la Reconquista, los primeros itinerarios se hacían desde Oviedo, entonces capital de los reinos cristianos de la península, razón por la cual existe “la ruta de la costa” que va por el norte y que con el avance de la Reconquista fue desplazándose hacia el “sur”. De manera que nosotros, al iniciar el camino en Saint-Jean-Pied-de-Port, no hicimos otra cosa que seguir la ruta navarra para emprender el Camino Francés, en Puente la Reina. Les muestro un mapa con el camino recorrido por nosotros. ©eW&cAc
samedi 19 juin 2010
Los caminos para llegar a Santiago de Compostela
Zazpiak bat, gîte d’étape
A los pies de Roncesvalles
Bayonne – Saint-Jean-Pied-de-Port
El trayecto a la capital de Baja Navarra fue como un desplazamiento en tobogán bajo un cielo negruzco anunciando lluvia. Las nubes bajas tocan los tejados rojos, esbeltos sobre blancas fachadas. Carpintería roja en los ventanales. Detrás, la silueta en lontananza de los Pirineos. El tobogán da vueltas, se escurre entre el verde húmedo de la región, penetra en pueblitos con nombres en vasco difíciles de retener, serpentea el Nive revuelto por laslluvias caídas, atisba la cinta de agua que se enrosca por toda la carretera y termina en Saint-Jean-Pied-de-Port.
Nosotros nos preguntamos si volvíamos a preguntar al chófer si conocía un atelier para reparar bicicletas. En efecto, el chófer conocía, y cuando detuvo el autocar en el término, al vernos bajar nos dijo, sigan conmigo que yo los dejaré en la avenida du Jaï-Alaï, donde está el taller. Su gentileza nos tocó sobremanera. El comercio es una tienda deportiva que alberga el taller de bicicletas. “MAYA SPORT” fue como una bendición en el camino. Dejamos la Gazelle d’Elie en manos de Jean Harretche y fuimos al buró de turismo para interesarnos a nuestro hospedaje. Una vez hecha la gestión, hicimos un primer paseo por el centro, ubicamos el centro de recepción de peregrinos, y volvimos a Maya* para recuperar la bicicleta de Elie. La tienda se convirtió en refugio de mi bicicleta y de las alforjas y mochilas. Al llegar, nos esperaban Marc y Jean para decirnos que había un problema, algo raro pasaba con el manubrio de la Gazelle. El manubrio fue una preocupación wakimniana casi desde el mismo momento de la compra. Mi amigo sentía un juego inhabitual por un manubrio y aquello lo consternaba. Escuchamos a Marc y a Jean, y aceptamos que hicieran el trabajo que mejor conviniera a la bici. Esperamos la Gazelle, como cuando se espera en la antesala el término de una operación quirúrgica. Y salió del taller la bicicleta dando ruedazos y saltando satisfecha. Tanto Marc, que es el propietario de MAYA SPORT, su esposa, y Jean, que tuvo entre sus manos la Gazelle, como ya habíamos reparado en el chófer, nos permitieron confirmar que los vascos son ultra gentiles y simpáticos, acogedores y buenos huéspedes. Dijimos adiós, y enfilamos por la ruta que atraviesa el pueblo, cruza el Nive y subimos la cuesta que nos llevó a Zazpiak bat, nuestro albergue de etapa. ©eW&cAc
*MAYA SPORT (Maya Marc)
KIROL TEKNIKALARIA
18, av. du Jaï-Alaï
64220 St-Jean-Pied-de-Port